Un problema con el que nos topamos habitualmente en el mundo de los sitios web es que hay muchos proveedores, pareciera que hoy cualquiera puede hacer páginas web.
Debido a esto el precio de la creación de las páginas web ha disminuido drásticamente, hasta precios que son realmente ridículos, incluso a través de redes sociales, campañas de mailing y avisos clasificados puedes encontrar proveedores de sitios web a precios que son realmente tentadores, te los presentan como un menú de restaurante, con funciones, secciones, cantidades de imagenes y formularios, páginas y te cobran según la cantidad que necesites.
Hasta aquí todo esto suena más o menos bien ¿no te parece?
Tener tu sitio web por un precio que realmente ínfimo, pero en realidad no es tan bueno como se oye, esto sucede porque ciertos proveedores no le dan valor al trabajo que se realiza y lo que es más importante no valoran las necesidades de sus clientes. Cuando un cliente nos pide una pagina web es porque quiere darse a conocer, esta claro que como todo empresario intentará legitimamente reducir costos y buscará una económica, pero si nadie le hace saber de las consecuencias que puede tener una página web barata, el dinero invertido en la web es como tirarlo a la basura.
Y lo que viene es aun peor, un par de meses después de tener tu sitio web “económico” te das cuenta de que necesitas nuevas funcionalidades, más secciones, un catálogo de productos y un sin fin de items de información que tus clientes y visitantes te piden permanentemente, pero tu sitio no te permite crecer o es tan engorroso que desistes. Los buscadores no te encuentran. No tienes idea de quienes te visitan. Ni hablar de los problemas de seguridad. El diseño ya no es tan atractivo como te parecía al principio.
¿Tu competencia tiene un sitio web mucho mejor que el tuyo?
Pues bien… saca tu calculadora porque a lo que gastaste la primera vez deberás sumarle lo que gastes ahora en un sitio web de verdad.
